¿Qué sucede si combinas reminiscencias del arte barroco, psicoanálisis Freudiano y un poco de narcisismo en manos de un pintor del talento e ingenio de Luis Lazo?
De esta insólita combinación ha resultado la muestra El Pájaro Azul recientemente inaugurada en La Pinacoteca. Con apenas un año abierto al público, esta galería despunta con propuestas artísticas contemporáneas y de calidad, y en esta oportunidad presenta obra de Luis Lazo (El Salvador, 1960) y Danilo Arocha (Cuba).
Lazo se ha caracterizado por trabajar constante y sigilosamente alejado del ojo público. Seis años aproximadamente han pasado desde última vez que vimos reunido un conjunto de su obra reciente.
De sus meandros por los laberintos de corazones gigantescos de mediados de los 90’s, el pintor Lazo ha pasado a escudriñar sus dualidades y contradicciones en una serie de inolvidables e implacables autorretratos en óleo. Y en esta muestra hay varios extraordinarios ejemplos de ello.
En “Ello, Ego, Alterego” del 2002 a escala real aparece retratado el artista formando un grupo de tres (“clones” les llama Lazo) vestidos con shorts y gorra, botas de alpinista y lupa en mano cubriendo el rostro. En una especie de jardín onírico, una hiedra de tallos rojos como venas, hojas en forma de corazón, se enreda entre las piernas.
Del 2003 “Ego contra Ego” es un políptico grisaille en el que dos hombres armados se confrontan al interior de una habitación en penumbra. Uno apunta su pistola al otro y el otro, hacia nosotros.
Y una escena apocalíptica en gran escala es la obra más reciente que da el título a la exposición. Es una batalla confusa entre seres alados en el agua. Ángeles que luchan, no sabemos si para salvarse o hundirse entre ellos. Del agua sobresalen alas azules.
Una exposición que en definitiva hay que visitar.
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