1.1.06

Cadáver Exquisito - Primer Plato

“El cadáver exquisito beberá el vino nuevo” sorprendió a un grupo de poetas surrealistas reunidos con la intención de realizar un poema colectivo convocando al azar.

A partir de entonces el término Cadáver Exquisito pasó a ser él titulo de cualquier creación colectiva azarosa de imágenes visuales o literarias, producida en partes sin conocer que forma, significado o coherencia tendrá al final. André Breton lo definió como “juego de sociedad” y es precisamente su función como símbolo de una producción colectiva lo que me lleva a usarlo como título de este espacio.

La visión de nuestra sociedad salvadoreña como la unión incongruente de sus partes - una especie de polifonía caótica - será el punto de partida de mis opiniones sobre ideas, movimientos y eventos artísticos actuales. Ahora bien, Cadáver Exquisito inevitablemente también hace alusión a una antropofagia de tipo cultural. Comentar, criticar y emitir opiniones sobre nuestro entorno cultural, particularmente en las artes visuales, se debe ejercer como una especie de canibalismo. Y el adjetivo calificativo – exquisito – nos describe el deleite con el que se debe asumir dicha posición.

Aclaradas mis intenciones como columnista y sin querer aparentar una secreta pasión necrofilia, creo vale la pena entrar a identificar algunas variantes de Cadáver Exquisito que se pueden dar en las artes, todos ellas dignas de ser desplegados sobre esta mesa:

Cadáver ciego: consiste en escribir / dibujar por turnos o todos a la vez sin tener idea de lo que han hecho los demás. Tuerto: se procede primero a definir anticipadamente el tema. Con los ojos abiertos: trabajar por turno y con las cartas boca arriba, conociendo todo lo hecho por los anteriores. Un ejemplo curioso: “Dibujo Borrado de DeKooning” por Robert Rauschenberg. Gemelo: artistas capaces de trabajar a medias. Ej. el dúo inglés Gilbert and George.


Publicado en La Prensa Gráfica, 2003.

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