15.1.06

Cadáver Exquisito - Cajita de sorpesas

El Jueves 13 se abrió una deliciosa caja de sorpresas: la II Bienal de Arte Paiz convocada por la Fundación Paiz para la Educación y la Cultura fue inaugurada.


La muestra se exhibe en la Feria Internacional, que aun siendo un espacio inusitado, cumple con requisitos como neutralidad, amplitud y fácil acceso.


El jurado estuvo conformado por dos críticos de arte, el director del Museo de Arte y un artista. Ignacio Iturria fue la voz del jurado que aporto el sano y humano juicio de un artista sensible. Encantado por el país y su luz, Ignacio además nos sorprendió declarando que ha decidido quedarse “por un mes o quizás para toda la vida”.


Las obras expuestas son la sorpresa mayor. Carmen Elena Trigueros en pintura nos muestra dos rostros, uno con la mirada en blanco de un ciego, el otro con los ojos cerrados. A pesar de la cercanía ninguno mira al otro, uno porque no puede, otro porque no quiere quizá. Arriba y abajo dos bandas de encaje florido sobre el que se repite como un eco ajeno: “Te quiero”. En otra pared cercana, el mundo cósmico y minúsculo de William Argueta, en el que vuelan y caen pequeñas figuras circenses que juegan con fuego acompañadas de sus sombras.


En arte alternativo el video de Alexia Miranda, usando una herramienta contemporánea para hablar con su cuerpo en una especie de ritual ancestral. Muestra una mujer enigmática que murmura, se convulsiona y retuerce en agua y tierra.


Y en fotografía, Walter Iraheta presenta un delicado políptico que sin embargo habla del cuerpo transformado hasta la monstruosidad en una masa de piel tensa.


Además, “El Chucho” mecánico sobre ruedas de Baltasar Portillo, los “panales” de estiércol de Verónica Vides, las pinturas/empastes de Oscar Soles y Orlando Cuadra.


¡Tanto que ver y de que hablar! Una experiencia valiosa y vital para quien se deje sorprender.


San Salvador, 20 de Nov. 2003

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