27.2.06

Cadáver Exquisito - El Boquerón

Desde Ciudad Merliot subimos entre cafetales por una calle sinuosa y completamente asfaltada hacia el Volcán de San Salvador. Tomamos el desvío al Boquerón detrás de un bus que de milagro sube la cuesta. Pequeñas casas y gigantescas antenas se aglomeran al final de la calle.

Ya a pie, nos encaminamos por la vereda que nos llevará a recorrer todo el borde del cráter del volcán. Tenemos suerte, hace un bonito día, cielo celeste, pocas nubes y buenos ánimos. Aún es temprano y está fresco.

Sobre el filo del cráter sube y baja el camino, a un lado la pared casi vertical que desciende 500 metros; al otro, a lo lejos, el horizonte formado por la línea de la costa. Pozo profundo a un lado, horizonte infinito al otro. Al frente Vulcanoman - nuestro guía - marca el paso. Le seguimos en fila india señalando pequeños hallazgos en el camino: mariposas, hojas de formas extrañas, ciempiés, ramas atravesadas.

Sobre el costado oeste nos detenemos a ver el paisaje: a la izquierda lejos el Volcán de San Vicente, luego el Lago de Ilopango y la Puerta del Diablo, más acá el Peñón de Comasagua que parece la cresta de una ola congelada en piedra, un poco más cerca la Laguna de Chanmico y los “charcos” de lava negra, a nuestra derecha los volcanes de Izalco y Santa Ana.

Ya del otro lado del cráter, no vemos el sol. La vegetación se vuelve espesa y el aire húmedo. Nos movemos entre las sombras de los árboles sorteando un camino lodoso y lleno de obstáculos. Caminamos mezclando el silencio con risas.

Tres horas después nos acercamos nuevamente al punto de partida. Desde aquí, en medio de cultivos de rosas y otras flores, vemos Quezaltepeque y Apopa. Zopes sobrevuelan lentamente. Entre pinos y cipreses caminamos ya hacia él parqueo. Una niña nos ofrece fresas. Están dulces.

25.2.06

Cadáver Exquisito - Nada de Dada

Jugando-jugando comenzó la discusión en un taller virtual de letras.

René Rodas tira la primera piedra-poema. La atrapo, entremezclo sus líneas al azar y las combino con una imagen de Diana, la cazadora. “Dadá es sabroso” contesta Menjívar, “una especie de patada en los (*bip*) a la solemnidad”. Todos sonrientes, fin del primer round.

Continuo en tono irreverente: Fue Duchamp quien en noches de tierno cariño pronunciara por primera vez en tono afrancesado “dadá”. Rivera Larios solemne, ingresa al cuadrilátero demandando respeto a los dadaístas y rechazo a sus seguidores, todos ellos impostores. Alza un dedo al aire y remeda: “Yo a veces me disfrazo de DADA para no pensar DADA.”

Tristan Tzara, en su manifiesto dadaísta de principios del siglo pasado escribió: “Dadá es un microbio virgen que penetra con la insistencia del aire en todos los espacios que la razón no ha podido llenar con palabras o convenciones.”

En artes visuales fue un movimiento que dio pocos resultados memorables. Pocos pero buenos dirán otros: el urinal de Duchamp por ejemplo. Rivera explica que el Dadaísmo “constituyó una ruptura de las más feroces: desmantelaba el escenario, los bordes genéricos, perforaba la razón (la mordía) y abría el juego de los signos a la vida irracional.” Veloz e implacable, Menjívar opina que el dadaísmo tuvo sus orígenes en Mallarmé y Rabelais, para después desembocar en los surrealistas.

Rivera pregunta -en un destello luminoso de talento-: “¿Quién dijo que el pensamiento no se podía pelar como un guineo para extraer su blanda sustancia metafísica?”.

Embargado por el espíritu dadaísta Menjívar Ochoa contesta: “Escúpame a la cara y después escriba un poema. Gracias.”

Y él publico eufórico se levanta, las paredes retumban de aplausos mientras Dadá yace agonizante tumbado boca abajo sobre el piso ahulado del cuadrilátero. Un delicado hilo de sangre brota de su boca.

23.2.06

Cadáver Exquisito - Acto de fé

“Gracias Dios mío por dejarnos llegar a octavos de final…” reza uno de los exvotos en exposición esta temporada del Museo de Arte.

“Exvotos Contemporáneos Mexicanos” es él título explicativo del conjunto de obras que circula por Latinoamérica y que ahora descansa por unos meses en nuestro país. Es un homenaje al arte del retablo popular por 41 artistas dedicados a tan noble oficio.

Los exvotos pictóricos son obras de pequeño formato, comúnmente pintadas sobre lámina que incluyen leyendas escritas al pie, y son usadas en la tradición mexicana católica para agradecer dificultades superadas.

En esta muestra, imágenes pintadas de las Chicas Poderosas, la Virgen de Guadalupe, banderas, serpientes, ángeles, corazones y todo tipo de figuras se entremezclan para dar las gracias.

Casos personales salen a relucir, como el del joven casi devorado por un cocodrilo hambriento que, “...sin tener quien le ayudara, se hizo el muertito y encomendándose al señor de las maravillas le pidió de todo corazón que si lo ayudaba ya no seria tan borracho”.

El arte tiene poderes milagrosos, no lo duden. Lo atestigua uno de los pintores, quien en su retablo agradece a la Venus de Botticelli, pues le “concedió la dicha de encontrar el amor, cuando más hundido estaba en el mar de la soledad y la desesperación...”

También se hacen peticiones profundamente sentidas, como el que pide a la Virgen de Guadalupe ”de todo corazón que ayude a los niños de la calle y a todos los pobres de este país”.

Todos tienen en común que parten de un acto de fe en el azar, los milagros, el santo niño, la virgen o el señor de las maravillas; y que agradecen aquello que para ellos - y creo que para todos nosotros también - tiene valor: la vida, el amor, la buena salud y sonriente fortuna.

22.2.06

Cadáver Exquisito - Palabra pintada

Meso-América es el área geográfica que, a pesar de su complicada problemática contemporánea, comparte la herencia de la cultura Maya. Desarrollada en toda la zona entre 900a.C. y 1530d.C., esta enigmática civilización dejo un importante - aunque no siempre evidente - legado que abarca la religión, agricultura, arquitectura y el arte.


Los Mayas elaboraron un complejo sistema de escritura pictográfica y de gráfica narrativa – con figuras esencialmente – en cerámica, relieves escultóricos y libros llamados códices.


Dichos manuscritos eran elaborados en papel de amate. Con la corteza del árbol de la higuera (Ficus) producían largas tiras de papel que doblaban a manera de biombo en porciones iguales. Las páginas se cubrían con una capa de almidón y finalmente, con una preparación blanca de carbonato de calcio.


¡Sobreviven únicamente cuatro Códices Mayas prehispánicos en todo el mundo!


Considerado como el más importante, bello y de mejor factura de los tres, es el Códice Dresde. Consiste de treinta y nueve hojas pintadas con pinceles finos y colores rojo, negro y azul en ambos lados, que extendidas miden 3.50 metros de largo. Trata básicamente de astronomía y contiene referencias al tiempo, a la agricultura, así como textos sobre medicina.


Con una extensión de 6.70 metros, el Códice Madrid es el más largo de los manuscritos mayas conocidos - así como el mejor conservado - y contiene once secciones que aluden a la cacería, la muerte y la purificación entre otros.


Sobre el Códice Grolier, aun existe un fuerte debate sobre su autenticidad.


El Códice Paris, con únicamente once hojas de 24 x 13 cms pintadas por ambos lados, describe cuestiones rituales. Una de sus caras por ejemplo, está dedicada por entero a la sucesión de los ‘katunes’ o periodos de veinte años, y el texto jeroglífico que los rodea se relaciona con ritos y profecías.


Bellas palabras pintadas... injustamente olvidadas.

21.2.06

Cadáver Exquisito - El azar

“No cabe duda de que la vida carece de sentido” leía al azar entre las paginas de los cuadernos publicados de Cioran. Lleno de subrayados y apuntes de hace cuatro años, con la etiqueta de un delicioso Cohiba haciendo de marcador de página, me encuentro con algo que había pasado por alto. Un pequeño párrafo menciona a Baltasar Gracián y su “Oráculo manual y arte de prudencia” - justo el libro que tengo a medio leer.

Jesuita español del siglo XVII, escribió trescientos aforismos sobre lo que en su época llamarían un gobierno acertado de las acciones humanas. “Las verdades que nos importan siempre vienen a medio decir” dice Gracián. Y es que en medio de esta conjunción azarosa de personas y eventos que conforman nuestras vidas, solo podemos intentar descifrar algunas verdades para encontrarle sentido al camino escogido.

Curiosamente, Cioran compara el tono del “Oráculo” con el del “Tao Te Ching” (El Libro del Camino y la Virtud). Lo que me lleva a pensar en otro texto chino que sin embargo esta basado en un pulcro sistema algebraico: el I-Ching o Libro de las Mutaciones. Tres monedas se tiran al aire. Cara o cruz tienen un valor numérico asignado, la suma de esos tres puede dar una de 4 combinaciones. Se tiran las monedas seis veces y listo. El universo deja de ser avasalladoramente infinito y se reduce a un espectro de 64 posibles respuestas.

Mi última consulta - desatada por una incertidumbre paralizante - dio como resultado la siguiente respuesta: “Si ya no queda a donde uno debiera ir, es venturoso el regreso. Si todavía hay algo entonces es venturosa la prontitud.”

Queda claro, el mundo no es solamente un confuso laberinto de preguntas y encrucijadas, sino también de respuestas. Pero cuando por caprichosa suerte la respuesta coincide en perfecta sincronía con la pregunta y nos encontramos en sublime felicidad, no queda nada más que dejarse llevar.


Publicado en La Prensa Gráfica, Noviembre 2004

19.2.06

Cadáver Exquisito - Verde color azul

Mar profundo, luz de tormenta, mezclilla ajustada sobre una pierna que camina, marcador del polvo sobre el que crecerán paredes, hierba verde de color azul, azul que se aclara y se vuelve cielo, y se vuelve viento.

"Hay una hierba en las tierras calientes que se llama xiuhquilitl” contaba Fray Bernardino de Sahagún durante los primeros años de la conquista española. Llamado también índigo, azul maya, xigmilite, índigofera tinctoria e índigofera suffructicosa, el añil es uno de los cultivos autóctonos de mayor tradición en nuestro país.
Los indígenas usaban su extracto en cerámica y textiles, pero también con propósitos medicinales. Continua Sahagún: “mojan esta hierba y exprímenle el zumo, y échandolo en unos vasos allí se seca o se cuaja, con este color se tiñe de azul oscuro y resplandeciente."

Ya en período independentista a mediados del siglo XVIII, cuentan que las primeras banderas se teñían de azul con añil. El cultivo se expandió por todo el país y exportaban el colorante a toda Europa. Posteriormente la anilina – su versión sintética – vino a suplantarle y dejó de ser rentable.

Actualmente se están haciendo grandes esfuerzos por retomar esta tradición que había sido olvidada e incentivar artesanía innovadora.

Hace tan solo unos días camino a Juayúa paramos a un lado de Chalchuapa para visitar Casablanca, un pequeño museo del añil. En medio de numerosas “estructuras” piramidales mayas se encuentra una antigua casa de hacienda. Exhiben objetos prehispánicos encontrados en el lugar así como datos sobre la historia del añil. Con manos azules nos mostraron como procesan la planta y los usos que le dan.

Pienso en las pinturas azules de Ives Klein, en los pigmentos de Anish Kapoor, y en Rubén Darío también, ¿porqué no? Pienso inevitablemente en mis óleos marca Rembrandt traídos desde Holanda. No puedo evitar sonreír ante la ironía. ¡Que viaje más largo para algo que brota de esta tierra!

18.2.06

Cadáver Exquisito - Ciudad de todos

Jueves. “Bienvenidos a la ciudad de Tegucigalpa” dice una voz metálica. Al abrir los ojos me encuentro con un paisaje arrugado en montañas y salpicado de casas. Llego invitada a exponer en el espacio de Mujeres en las Artes (MUA) “Leticia de Oyuela”.

Me recoge Bayardo Blandino, director artístico de MUA y nos dirigimos al céntrico Barrio La Plazuela donde se encuentran las instalaciones de MUA. Me muestran la Sala de Proyectos que acoge el Programa Artístico de Intercambio Regional llamado Arte+Performance, el Centro Documental de Artes Visuales y la Sala Mujeres del Arte Contemporáneo para exposiciones entre otros.

Luego de comprar materiales y tomar medidas, visitamos la exposición “Made In” del colectivo de artistas “Círculo” en el Museo de Antropología e Historia. A pesar de la lluvia, mucho público.

Viernes. Comienzo el wall-drawing en la pared de casi 5 metros de largo. Mientras, aparecen y desaparecen periodistas, estudiantes y artistas. Almuerzo con Xenia Mejía quien acaba de regresar de una residencia artística en Corea. Por la tarde llega Regina Aguilar a editar un video y me cuenta que sigue viviendo en San Juansito, creando video instalaciones y trabajando artesanías con la comunidad.

Sábado. Logro terminar el montaje de “El Libro de las 100 Manos” en lo que van llegando alumnos de los talleres de video y edición. Por la noche inauguramos.

Entre chubascos, historias de viajes insólitos, risas y conversaciones sobre la situación hondureña, la triste conclusión ha sido: hay todavía mucho por hacer, cuesta demasiado y a nadie le interesa lo suficiente. “Ciudad de nadie pero amada” escribió Juana Pavón sobre Tegucigalpa. Pero recuerdo todas las voces, rostros y manos que en ella trabajan y pienso que es más bien, ciudad de todos.

Domingo, 5:30 am. El taxi se desliza velozmente sobre cada curva rumbo a mi siguiente destino: 6 horas de bus camino a casa.


Publicado en La Prensa Gráfica Octubre 2004

17.2.06

Cadáver Exquisito - Dalai


Tengo una tortuga. Se llama Dalai. Me la regaló un amigo hace tan solo unos dias.


Es del tamaño de mi rostro cuando extiende sus patas para escapar de mi mano. Tiene pequeñas uñas afiladas llenas de tierra. Es que le gusta andar escarbando por entre los rosales.


La levanto y la acerco a mis ojos. Estira su cuello en disgusto. Parpadea y espera atenta. Forcejea nuevamente como nadando en el aire. La coloco sobre la grama y se queda quieta. Me mira de reojo desde ahí. Una flor aquí, otra allá, hormigas, el olor a tierra húmeda. Su carapacho aun caliente con el sol. Giro mi cara al cielo - celeste con nubes blancas. La tortuga aprovecha para caminar a una velocidad sorprendente. Desaparece en el verde.


Por la tarde les propongo a mis hijos que busquen a Dalai. Me preguntan como encontrarlo. “Es muy difícil”, dicen. Les animo a intentarlo por lo menos. Caminan por el jardín. El grande busca pacientemente entre los arbustos más cercanos, pero se cansa rápidamente. El pequeño cree verlo en cada piedra que encuentra y se desilusiona al ver que no esta ahí. Terminan por encontrarse un hermano al otro y juegan a perseguirse. Aparece una pelota y rápido arman partido de fútbol.


Hago un intento de encontrar la tortuga también, y le llamo por su nombre. Espero - ligeramente avergonzada que me hayan escuchado los vecinos. Vuelvo a la carga: “!Dalaai!”. Nada. Habrá que esperar. Intentar mañana otra vez.


“Viene el Dalai Lama”, me ha dicho mi cuñada esa noche en la cena. “¿Vamos a escucharlo?” Mi hijo, al oír que hacemos planes decide plantear el suyo también: “¿Y yo? ¿Puedo ir con mi tío a ver “Alien y Depredator”? Nos reímos todos.


“Es para mayores de 12”, le contesto.

16.2.06

Cadáver Exquisito - Schnabel en Madrid


Caminamos entre veredas por el madrileño Parque del Retiro hasta llegar al Palacio de Velásquez, en estos días repleto de pinturas de Julian Schnabel (EUA, 1951).

Artista polémico del Nueva York de los ochentas, Schnabel se dio a conocer con las -ahora famosas- pinturas de platos rotos. La coyuntura de la época le arrastró al centro de una discusión sobre la validez de la pintura como arte y el objeto de arte como mercancía. Frente a ese espectáculo mediático él optó por una postura marginal y siguió pintando.

Que uno de los mayores artistas vivos de este siglo de culto al multimedia sea un pintor, es llamativo cuando menos. Los que declararon muerta a la pintura, dice Schnabel, “están todos muertos”.

Su obra luce las posibilidades ilimitadas de la pintura como medio artístico: El potencial de crear algo nunca visto pintando del natural e incorporando objetos y textos encontrados al azar. La escala monumental que ocupa el artista (lienzos y lonas de hasta 5 metros de altura) rehusando someterse a los espacios en los que cuelga, y que permite registrar la gestualidad de su mano o pincel. La materialidad –color, textura y hasta volumen- de la pintura en su expresión abstracta. El carácter anecdótico de este medio que puede narrar el paso del tiempo y sus posibles desenlaces. ¡Solo el bagaje visual de toda la historia ya le permite combinaciones infinitas!

Sumando coraje a una curiosidad insaciable, Schnabel asume que cada obra es un riesgo. No busca soluciones fáciles sino el reto de mayor envergadura. No le interesa la noción de continuidad o evolución, sino explorar en diferentes direcciones sin temor a contradecirse, en completa libertad artística.

El artista lo quiere todo y al mismo tiempo, como si no hubiera nada mas allá del aquí y ahora. Se rehúsa a creer que no es posible. Prefiere morir en el intento, pintando.

15.2.06

Cadáver Exquisito - Por un dólar


Una hora de internet por $1 dice él rótulo del cibercafé. Y es impresionante el mundo que se abre al ingresar por esa pequeña pantalla celeste.

Entre mis sitios favoritos para informarme sobre arte esta Universes in Universe. Cuenta con directorios por países y regiones, listados de exhibiciones, oportunidades de becas y convocatorias, y reportajes especiales como el de la 26ª Bienal de Sao Paulo. Aquí descubrí una pagina muy útil: Res Artis, con un listado de 208 residencias para artistas en 52 países.

Cada museo ahora tiene su propio sitio web y existen enlaces con revistas de arte y virtuales como Conexarte del Museo de Arte y Diseño de Costa Rica. Podemos encontrar suplementos culturales como Talingo de Panamá, en el que justo leo una nota sobre el genial músico de jazz Charles Mingus.

También hay servicios informativos especializados con suscripción gratuita, como w3art que informa sobre España, o Artsjournal que hace un resumen diario de las noticias de arte en los principales periódicos del mundo.

Otra posibilidad que ofrece el internet son los grupos de discusión reunidos en torno a temas tan diversos como hay gente en este mundo y son un buen lugar para intercambiar información e ideas con amigos y colegas. Hace poco me enviaron el enlace de la Biblioteca del Congreso de EEUU donde se pueden hojear libros curiosos, entre ellos uno de recortes de Lewis Carroll.

De El Salvador les recomiendo el Portal Clic, la página más completa y actualizada sobre la actividad artística. En letras, el sitio de la Dirección de Publicaciones e Impresos tiene una valiosa aunque pequeña sala de lectura con textos de autores nacionales como Salarrué. Si además quieren conocer la obra de pintores nacionales pueden visitar la página del MARTE.

Esto es lo malo del internet: creo que me pase de la hora.

14.2.06

Cadáver Exquisito - Gentes de mi pueblo

Cabello blanco, ojos enmarcados por grietas profundas y una sonrisa serena tiene el artista Camilo Minero con 87 años dedicados al arte. Ahora, gracias a Fundación Paiz, en la Sala Nacional podemos hacer un recorrido por su obra.

Al entrar, una pintura de gran formato llamada “Escuela rural” retrata a un grupo de niños, libros en mano, rodeados de verdes hojas. Este óleo de 1963 denota la influencia mexicana de sus estudios en el legendario Taller de Gráfica Popular. Muestra también la intención primordial de Minero a lo largo de su vida: retratar - en sus palabras - “motivos cotidianos de las gentes humildes” para abordar “temas sociopolíticos de carácter humanista”.

De ese interés por captar la identidad de su “pueblo” e insertarse en la modernidad con voz propia, Minero formula su lenguaje. Combina el paisaje y los retratos (ejemplos: canillita, cortadores de café) - con divisiones del plano pictórico que dan “una sensación caleidoscópica”, e investiga las posibilidades expresivas de los “amarillos frenéticos” y de las técnicas de la xilografía, “ceráfica”, impasto, y collage logrando un conjunto inusitado particularmente estruendoso.

De la muestra, la selección de grabados en madera es - aunque pequeña - espectacular. En “El Cuco” por ejemplo, de 1978, con líneas sinuosas conforma una especie de paisaje líquido de arena, agua y nubes en permanente movimiento.

Al salir de la Sala me vienen a la mente algunas de las imágenes que evoca el español Julio Llamazares en su libro “La lluvia amarilla”. La novela es un monólogo del último habitante de un pueblo abandonado que hace un recorrido por su memoria y dice: “...todo a mí alrededor se ha ido tiñendo de amarillo como si la mirada no fuera más que la memoria del paisaje y el paisaje un simple espejo de sí mismo.”

Cadáver Exquisito - Todos juntos

Dicen que solo tenía 15 años… (voltea a ver hacia atrás y baja la voz) ...la María Nery, de ahí de La Libertad. Me contaron que era bien sanita y hasta hace poco estudiaba el segundo grado.

Me dijeron que ella venía de la casa de la vecina, o que la habían sacado con engaños de su casa, ya no me acuerdo bien, cuando este que le dicen Flaco - que cada vez que podía la molestaba - la fue arrinconando hacia una casa abandonada. Dicen que aparecieron otros dos, ¿o eran tres? Es que ya no se sabe, dicen tantas cosas.

Su familia tiene miedo. Tiene miedo que suelten a estos muchachos que la mataron. Solo piden que los castiguen.

Dicen que la niña fue valiente. Que la querían abusar esos muchachos y ella no se dejó. Fue entonces cuando sacaron el machete y comenzaron a golpearla. Dale que dale, toda herida llena de sangre gritaba la pobre. Se defendía como podía con los brazos en alto, hasta que le volaron una mano. Ahí cayó, sí, ahí mismo, en ese charco de lodo.

Ellos salieron corriendo. Dicen que por allá por Tepecoyo agarraron a uno. Sí, la niña fue valiente. ¡Fíjese que todavía antes de morir identificó a los que la habían atacado!

Cosa más horrible todo esto que ha pasado. ¡Ganas de llorar me dan! Y mire en los periódicos, todos los días pasa algo. Mire la pobre Zuleyma Guevara, y apenas el otro dia la Violeta Lara, de regreso a su casa iba cuando una bala perdida la mató.

Esto no puede seguir. Hay que hacer algo. Sus familias deben saber que los acompañamos en su dolor. Que todos estamos con ellos. Que cuando matan a alguien, un pedacito de nosotros muere con ellos. Que no lo vamos a permitir más. Que estamos todos juntos en esto.


Publicado en La Prensa Gráfica, Julio 2004.

13.2.06

Cadáver Exquisito - Kriptonita

Como gigantes caminamos por ese espacio poblado de minúsculas criaturas suspendidas sobre cielos nublados y fotografiadas, ya no con su vestimenta cotidiana, sino con el disfraz de Superman. Vemos al reconocido superhéroe transformado, quizá por la Kriptonita – título de esta exposición de Walter Iraheta (1968) y David Herrera (1978) - en seres de rostro indígena, pieles oscuras tostadas por el sol y expresión melancólica.

Con varias colaboraciones artísticas en su historial, Herrera e Iraheta ahora exploran juntos el “ocaso de los ídolos” en esta muestra multidisciplinaria que incluye fotografías, ensamblajes y video en el Centro Cultural de España.

Predomina en ella la visión de Iraheta, quizá por incluir más trabajos de su autoría individual, quizá porque sus procesos creativos son tan diferentes. Iraheta tiene el talento de crear íconos atractivos y fácilmente reconocibles. Aunque su obra este conceptualmente muy estructurada ello pierde relevancia ante el excesivo refinamiento formal y estético. Herrera parte de la duda existencial, la destila con gran densidad conceptual y logra conformar trabajos de mucha austeridad matérica y cromática. A esta muestra se suman además las colaboraciones de Ronald Morán y Moisés Barrios, ambos con pinturas de corte realista en gran formato a partir de las fotos de Iraheta.

Super coherente en su planteamiento de una especie de “realismo pop" la muestra presenta una rica gama de trabajos difícilmente conciliables en un mismo espacio. Vale la pena contemplar las bellas fotografías en gelatina de plata que resumen visual y técnicamente la propuesta de Walter, así como la evocadora instalación de luces de David.

Una pieza clave en esta encrucijada recoge a cabalidad el significado de Kriptonita, es la que contiene la figura de Superman al borde de un agujero negro. Si la esencia del héroe es a fin de cuentas la acción, la disyuntiva de la duda que lo paraliza será la que le debilite y le haga quizá solamente más humano.

12.2.06

Cadáver Exquisito - Un lugar

“Si ningún lugar es el mío, ¿cuál será mi lugar verdadero?...”Quizá – le contestaron – este el lugar verdadero en la ausencia de todo lugar?”

Esta es una de las muchas citas que he subrayado, entre comentarios y dibujos, en este libro que ahora tengo entre mis manos: “Un extranjero con, bajo el brazo, un libro de pequeño formato” del escritor Edmond Jabès (El Cairo, 1912-Paris, 1991). Compañero fiel de mis viajes a lo largo de los últimos dos años, su portada la ilustra Miquel Barceló con la oscura silueta de una figura, un nómada quizá, que se refugia de la implacable luz en una minúscula cueva.

“Tengo la impresión de no poder existir más que fuera de toda pertenencia”, dice Jabès en una entrevista publicada en 1981 bajo él titulo “Del desierto al libro”. Cuenta que de joven solía abandonar la ciudad e internarse solo en el desierto para aprender a dialogar con el silencio. Quizá desde entonces Jabès gestaba su visión de un exilio voluntario y permanente, así como de la palabra y el libro como depositarios de la memoria del ser errante. “Su obra se orientó pronto hacia los grandes interrogantes metafísicos y hacia la indagación del significado del judaísmo...como imagen misma del ser humano, de su identidad y de su estar en la tierra” nos explica Antonio Ortega en una breve reseña.

Este pequeño libro en particular, fluctúa libremente entre la poesía y el relato, el ensayo y el aforismo, la oración y la metáfora, tan lleno de interrogantes como de respuestas. A él regreso hoy otra vez en busca de aliento, a sabiendas de que el retorno no nos conduce a aquello que dejamos atrás, sino a un nuevo encuentro. Las palabras de Jabès salen por mi boca: “Este lugar infinito en un lugar minúsculo es mi lugar”.

11.2.06

Cadáver Exquisito - David en Palestina

El tiempo gira y gira dando vueltas sin fin. Todo cambia, a veces de manera evidente y repentina, otras lentamente sin sospechas.

Hace tan solo 500 años en la Piazza della Signoria en Florencia, Italia, se develó una colosal escultura de un hombre desnudo tallada por Miguel Ángel en cinco toneladas de mármol de más de 4 metros de alto. La estatua luego fue trasladada al interior de la Galleria dell’Accademia y reemplazada por una copia en 1910. A lo largo de su notoria existencia al “David” le ha caído un rayo, le han roto un brazo durante un motín callejero en 1527 que luego le fue reincorporado con una barra de metal, y le han “censurado” cubriendo sus genitales con una hoja de parra metálica. Recientemente - en 1991 - un artista violentado le machacó el dedo gordo del pie izquierdo de un tremendo martillazo. Y hace tan solo unos días ha finalizado su restauración oficial: la remoción del velo gris de polvo que había acumulado a lo largo de su historia.

La ahora reluciente escultura fue inspirada en el relato bíblico del combate entre un joven pastor hebreo llamado David y el gigante Goliat. Según la historia, la famosa batalla fue ganada por el ingenio del joven que al lanzar con su hondilla una piedra a un Goliat cubierto en armadura y armas de bronce, le golpea en la frente derribándolo al suelo.

El indefenso que lucha con humildad y coraje por su pueblo contra el guerrero feroz siempre ha despertado admiración, y el “David” de Miguel Ángel en su esplendor y belleza lo confirma.

Sin embargo ahora, esa imagen de un David mirando esperanzado hacia el horizonte, bien podría ser la de un joven palestino que se defiende con piedras en la mano.

Gira y gira el tiempo, dando vueltas sin fin.

10.2.06

Cadáver Exquisito - El árbol de Diana


“Es transparente y no da sombra”, dice Octavio Paz sobre el libro de poemas “El Árbol de Diana” de la escritora Alejandra Pizarnik, “colocado frente al sol... refleja sus rayos y los reúne en un foco central llamado poema, que produce un calor luminoso capaz de quemar, fundir y hasta volatilizar a los incrédulos”.

En él escribe Pizarnik: dice que no sabe del miedo de la muerte del amor/ dice que tiene miedo de la muerte del amor/ dice que el amor es muerte es miedo/ dice que la muerte es miedo es amor/ dice que no sabe.

Como las ramas de un árbol que se entretejen de forma caprichosa, esa capacidad de vivir - y en algunos casos de sufrir - la pasión amorosa se expresa de muchas maneras. De ello dan testimonio numerosos artistas.

“Es una cosa curiosa... te devora y te traga entera” dijo, entre el temor y la atracción irremediable, sobre el amor la pintora Georgia O’Keefe. “Mi cuerpo se llena de ti por días y días” escribió la pintora Frida Kahlo en uno de los muchos textos y dibujos dedicados a “Mi Diego” en su diario. Casada en dos ocasiones con Diego Rivera, intentando describir la emoción que la sobrecoge dice “no es amor, ni ternura, ni cariño, es la vida entera...” Un Saint-Exupéry agradecido luego de compartir doce años de vida junto a Consuelo Suncín le escribe: “has despertado mi amor por todas las cosas”. Y Henry Miller dice “mi fe en ti es indestructible” a su amante Anaïs Nin en una de las apasionadas cartas que intercambiaron durante casi dos décadas.

También en Pizarnik es la esperanza, compañera fiel del amor, la que brota luminosa de sus ramas cuando escribe:

En la otra orilla de la noche
el amor es posible
-llévame-

9.2.06

Cadáver Exquisito - Arte afuera

Hace algunos días entre mis correos electrónicos encontré dos boletines curiosamente relacionados. El primero informaba sobre la apertura de un espacio de exhibiciones en el nuevo Consulado Salvadoreño en Miami. El segundo detallaba las exposiciones programadas por SEACEX, Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España.

SEACEX es una institución pública creada para organizar exposiciones de arte español en todo del mundo. En ella trabajan un equipo directivo junto con un Consejo Administrativo integrado por el Director del Centro de Arte Reina Sofía, representantes de la empresa privada y de los Ministerios de Hacienda, Asuntos Exteriores, Educación Cultura y Deporte, Economía y Presidencia del Gobierno. Lo asesora permanentemente un comité de catedráticos de universidades españolas y de la Comunidad Europea, y sus patrocinadores son numerosas fundaciones de la empresa privada y financieras.

Solo en Marzo inauguraron entre otras una muestra del pintor Carlos Franco en el Museo del Canal Interoceánico de Panamá y la exposición de óleos y dibujos de Rafael Cindocha en Lituania. Para no irnos tan lejos, la bella muestra de escultura de Francisco Leiro en el MARTE fue parte de ese programa. Barceló, Oteiza, Tàpies y Gaudí figuran entre los artistas cuya obra circulará por el mundo gracias a SEACEX.

Siguiendo con las noticias, leía también sobre la inauguración de una Casa de la Cultura Salvadoreña en Quetzaltenango, Guatemala, como parte de un convenio entre Concultura y la Cancillería “que pretende favorecer” este tipo de espacios culturales en el exterior.

Me parece loable el esfuerzo casi quijotesco que lleva a cabo el Ministerio de Relaciones Exteriores para dar a conocer el arte salvadoreño afuera. Sin embargo, se requiere ahora reunir la sabiduría de nuestros intelectuales, el pragmatismo y apoyo económico de nuestros empresarios, y la obra de nuestros artistas, para crear un programa coherente y dinámico a largo plazo que muestre al mundo nuestro legado cultural.

8.2.06

Cadáver Exquisito - Crónica breve

Manos que vuelan. Señalan en direcciones encontradas. Escucho las voces: “!Aquí!” “!Allá!” Puños golpean al aire con fuerza. Dedos ensombrecidos se asoman a un paisaje gris, semejan figuras de luto cabizbajas. Un brazo se extiende horrorizado mas allá del horizonte. De las líneas de su mano – abierta en espanto – se dibuja un ojo que llora ante el sórdido espectáculo. Una mano cae ingrávida, sus pliegues forman una cruz, otras dos se entrelazan compasivamente. Disparadas por el aire vuelan manos negras como cuervos. Al centro arriba, un puño irrumpe en la escena victorioso. Lo veo, lo veo.

Despierto. Me levanto. Saco el periquito al jardín. Riego el jazmín que esta a punto de brotar en flor. Ojeo el periódico con un café por delante: un decapitado más, dengue en Santa Tecla, muertos y accidentes camino a las playas. Llevo varios días sin salir de casa. Cada día parecido al anterior y al siguiente.

Me preparo a pintar. Hace varias semanas boceto para este lienzo grande bautizado desde el inicio como “Las Manos de Atocha”. Se oye una brisa fresca entre los bambúes. No alcanza a llegar al estudio que huele a aceite de linaza, turpentina y tabaco. Pintura sobre una plancha de vidrio: negros, grises y blanco. La tomo con espátulas y pinceles y la coloco sobre la tela. Cada cosa tiene su lugar, aun sin saber de antemano cual es. Me acerco, me alejo, en un baile continuo. Se oculta el sol. Cae una llamada desde España, una voz serena y firme me llena de esperanza. Salgo a encender las luces de casa.

Me recuesto a leer un poco. “Seres mutilados corrían entre las ruinas. Manos sueltas, ojos que rodaban y saltaban como pelotas, cabezas sin ojos que buscaban a tientas, piernas que corrían separadas de sus troncos...” dice Sábato en “Sobre Héroes y Tumbas”. Sí, lo veo.

7.2.06

Cadáver Exquisito - Diálogos imaginarios


La escena se desarrolla con figuras en silueta sentadas ante un fondo aqua, llevan un rótulo con su nombre y conversan. Una de ellas, el “Escritor”, habla casualmente al borde del escenario, cerca del público.


Escritor: Cuando empezaba a escribir le pasaba mis textos a varias personas, críticos-amigos incluidos. Ahí me enteraba de lo desorientado que andaba.


Sabio: La crítica oscila entre dos extremos fundamentalistas: la artística y la teórica. Para una, sólo el artista puede hablar del arte; y para la otra, es función de la teoría revelar su significado. Entre esos dos polos existen infinitas posiciones.


Escritor: Mi primera publicación me dio un complejo terrible: cuando salió publicada me despedazaron.


El Crítico: (trompeta anuncia su intervención) Hay columnistas haciendo crítica de arte en el país que carecen de fundamentos te-ó-ri-cos para discutir la obra más allá de lo poético-contemplativo-descriptivo.


Pintora: ¿Cuáles son los fundamentos a los que se refiere?


Su pregunta queda sin respuesta y continua la conversación como si nada.


Hermana Lejana: En todo caso, una columna de opinión busca aunar el hecho artístico a lo cotidiano y conectar con sus lectores más que aleccionarlos.


Escritor: Me metí en cosas más "canónicas" para soltar mano y quizá para evitar las cosas feas que ya habían dicho. Paralelamente seguí escribiendo textos experimentales, con no poco sentimiento de culpa.


Coro de Pintores: (al unísono) ¡Los "críticos" ignoran nuestra búsqueda!


Escritor: Lo divertido es siempre ver cómo en las interpretaciones, basadas en parámetros "teóricos", siempre hay una parte de subjetividad encauzada hacia sus preferencias literarias, sexuales, filosóficas, etc.


Escultora: ¡No nos compliquemos! Propongo que trabajemos en nuestra obra y seamos nuestros propios críticos.


Extra-terrestre: Solo Dios puede juzgar ya a niveles más profundos.


Escritor: La crítica es hacerse más preguntas que contestárselas, y acaso aventurar alguna posible salida, que siempre será una opinión personal.


Pantalla se torna oscura, voces confusas siguen conversando.

6.2.06

Cadáver Exquisito - De la memoria


En estos días de campañas electorales que hablan sobre el pasado, he vuelto ha retomar la lectura de un libro que hace meses reposa inmóvil sobre mi mesa de noche: “Theodor W. Adorno: Una filosofía de la memoria” (Ed. Herder, 2003).


Marta Tafalla (Barcelona, 1972) - su autora - hace un recorrido por las ideas de Adorno, quien desde su experiencia de la posguerra europea nos propone que la filosofía “cultive como su misma condición de posibilidad, la memoria de lo sucedido”.


Dice Tafalla: ”La racionalidad debe afrontar en la posguerra una ingente tarea de reconstrucción, y necesita por ello concentrarse en el presente; pero es sobre todo el vértigo que le produce el pasado inmediato, su acumulación de horrores y las responsabilidades pendientes, lo que le impide enfrentarse a la historia.” El mayor temor dice Adorno, es que la historia deje de serlo y “se convierta en naturaleza, en la prisión de lo idéntico”. Para evitarlo propone conducir el pasado al lugar que pertenece: la memoria, que es “la única que puede liberar el futuro”.


Como conclusiones Tafalla extrae un conjunto de ideas valiosas: “si hay algo capaz de derrotar el mal del pasado, reparar sus injusticias y alimentar las esperanzas de una sociedad pacificada en el futuro es la memoria”. Señala la importancia y urgencia de recuperar la memoria propia y ajena narrando lo vivido. Reconstruir su historia como “una forma de reconstruir la propia identidad” así como “la individualidad de quienes no salieron con vida del horror”, devolviéndoles así su dignidad y lugar. Para Tafalla es la memoria depositada en el arte, la clave para hacer frente al futuro.


Cierro el libro y veo en su portada una foto de los rieles de un tren. Recuerdo con pesar los terribles atentados terroristas en Madrid y resuenan sus palabras con más fuerza aún.

5.2.06

Cadáver Exquisito - Tres tiempos

“Generaciones Próximas” es la exhibición colectiva de artes visuales con la que recientemente abrió nuevamente sus puertas la Sala Nacional de Exposiciones; y que en sus primeros días ha logrado atraer cientos de visitantes.


La muestra presenta obras de 23 artistas salvadoreños, generaciones contemporáneas que dibujan el horizonte presente de la plástica nacional. Su título sugiere, entre otras cosas, una proximidad entre las propuestas. Sin embargo, al recorrer la sala se puede observar gran diversidad de formulaciones multidisciplinarias: pintura, escultura, fotografía, video, instalación; de investigaciones técnicas: formato, materia, color; y de contenidos: políticos, sociales, poéticos, personales.


De manera precipitada tres tendencias logro agrupar desde una perspectiva un tanto inusual: su relación con el tiempo. Un grupo lo conforman trabajos realizados con aplomo y desenvoltura que hablan de un presente contundente, como son los trabajos de José Rodríguez, Rodolfo Molina, Hernán Reyes y Miguel Martino. Otro grupo, de formulación más poética y sutil, habla de un tiempo mágico perenne, como por ejemplo las obras de José David Herrera y Orlando Cuadra. Un tercer grupo lo conforman a mi juicio trabajos más experimentales, de tiempos dispares o erráticos, con novedoso uso de la materia y desarrollo conceptual. Arriesgados y por ello no siempre logrados, tienen sin embargo una fuerte carga emotiva que no les deja pasar inadvertidos, como por ejemplo el video de Camila Sol, o las fotografías de Ronald Morán.


A pesar de las amenazas de censura que estuvieron apunto de desarticular la muestra y de vivir momentos en que los espacios para las artes se han reducido y concentrado lejos del centro urbano; la reapertura de la Sala, esta muestra, el interés del público y la entrada en funciones del nuevo Coordinador de Artes Visuales Romeo Galdámez - organizador de esta exposición - son buenos augurios de tiempos próximos por venir.

4.2.06

Cadáver Exquisito - Lazo azul

¿Qué sucede si combinas reminiscencias del arte barroco, psicoanálisis Freudiano y un poco de narcisismo en manos de un pintor del talento e ingenio de Luis Lazo?


De esta insólita combinación ha resultado la muestra El Pájaro Azul recientemente inaugurada en La Pinacoteca. Con apenas un año abierto al público, esta galería despunta con propuestas artísticas contemporáneas y de calidad, y en esta oportunidad presenta obra de Luis Lazo (El Salvador, 1960) y Danilo Arocha (Cuba).


Lazo se ha caracterizado por trabajar constante y sigilosamente alejado del ojo público. Seis años aproximadamente han pasado desde última vez que vimos reunido un conjunto de su obra reciente.


De sus meandros por los laberintos de corazones gigantescos de mediados de los 90’s, el pintor Lazo ha pasado a escudriñar sus dualidades y contradicciones en una serie de inolvidables e implacables autorretratos en óleo. Y en esta muestra hay varios extraordinarios ejemplos de ello.
En “Ello, Ego, Alterego” del 2002 a escala real aparece retratado el artista formando un grupo de tres (“clones” les llama Lazo) vestidos con shorts y gorra, botas de alpinista y lupa en mano cubriendo el rostro. En una especie de jardín onírico, una hiedra de tallos rojos como venas, hojas en forma de corazón, se enreda entre las piernas.


Del 2003 “Ego contra Ego” es un políptico grisaille en el que dos hombres armados se confrontan al interior de una habitación en penumbra. Uno apunta su pistola al otro y el otro, hacia nosotros.


Y una escena apocalíptica en gran escala es la obra más reciente que da el título a la exposición. Es una batalla confusa entre seres alados en el agua. Ángeles que luchan, no sabemos si para salvarse o hundirse entre ellos. Del agua sobresalen alas azules.


Una exposición que en definitiva hay que visitar.

3.2.06

Cadáver Exquisito - Frágil

Me encontraba en la terraza que antecede la sala del Centro Cultural de España cuando un amigo recién llegado me preguntó: “¿Que tal la exposición?” - y añadió fugazmente: “¿difícil?”. Esa noche se inauguraba la exposición de Cristina Gozzini (Italia, 1960) titulada Frágiles de ubicación específica.

Ocho son las piezas colocadas de manera distendida por la artista y el curador de la muestra, Luis Croquer. En una esquina, un bello móvil compuesto de numerosas formas caprichosas de vidrio que parecen pinceladas en el aire o pequeñas figuras contorsionándose. Más adelante, un minúsculo avión militar sobrevolando el gigantesco espacio que le rodea. A mi derecha sobre la pared, una especie de oruga formada por un alambre grueso en forma de resorte irregular y cubierto por una media blanquecina. En la pared opuesta, 10 tuberías de ventilación blancas cuelgan de una base y caen al piso como largas trompas de elefante. La artista, al suspender en el aire los objetos, nos introduce en un momento preciso en que el tiempo real se ha detenido, abriéndonos la puerta a un encuentro lúdico con la realidad.

Coronando la sala, un grupo de fotografías muestra detalles urbanos y de interiores. Una de ellas sobresale entre el grupo: en un cuarto a media luz una pequeña figura sentada sobre una alfombra de arabescos negros en rojo. Empacada completamente en cinta adhesiva la figura nos sonríe como un enigmático Buda.

“Autorretrato” se titula una instalación de objetos curiosos reunidos sobre una larga meza de metal. La relación entre ellos tan sutil que su razón de ser y de estar en esa “ubicación específica” se nos escapa. “Por favor, no tocar las obras de arte” dice un rótulo recordándonos la fragilidad de los objetos. Nos obliga a usar no el tacto, sino la imaginación, que sin embargo, requiere ser provocada con mayor audacia.

“¿Difícil?” Yo contestaría: más bien frágil.

2.2.06

Cadáver Exquisito - Cabeza... y botella


Una cabeza pintada en rosas al centro, ocupando casi toda la tela. Vemos su ceño fruncido, unos mechones de pelo entrecano, una oreja/orificio y su mentón cubierto de hirsutos pelos. Sin cuello, sin nariz, ni boca: se abre en su centro un gigantesco y único ojo mientras se agacha a observar detenidamente una botella.

Cabeza y Botella fue pintado en 1975 por Philip Guston (EEUU, 1913-1980), el héroe caído del Expresionismo Abstracto. Y es que Guston en los 50’s, fue uno de los exponentes de la Teoría de la Pintura Radical para la cual el color predominaba sobre todo. Fue en la cima de su excelencia plástica que Guston abandona su virtuosismo para hablar en un lenguaje crudo y simple usando la figuración.

Dice Guston del período de los 60’s: “me sentía dividido, esquizofrénico…¿Qué tipo de hombre soy yo? Sentado en casa, leyendo revistas, enfurecido por todo – y después yendo a mi estudio a ajustar un rojo en un azul…Quería sentirme completo de nuevo… ser uno solo entre lo que pensaba y lo que sentía.”

Su temprano interés por los comics, su fascinación por la obra de Max Beckmann, sus estudios de los viejos maestros, y el estar expuesto a la obra de Picasso, DeChirico y los muralistas mexicanos, desembocó finalmente en imágenes inéditas. Sacrificó la belleza y el virtuosismo por una pintura que articula su proximidad con la caricatura para hablar con mordacidad de la violencia, la política, lo grotesco y de su sentido de impotencia como pintor.

La botella, de pinceladas verdes gruesas de óleo, reposa sobre una mancha roja del color de sangre fresca. A un lado una brocha, teñida sus cerdas de rojo, y un libro abierto, sus páginas en blanco. En una esquina cuelga un foco blanco reflejando su brillo intenso sobre la frente del cíclope. Al fondo, un cielo celeste nos habla de una calma presente pero lejana.

1.2.06

Cadáver Exquisito - Iturria en Coatepeque

“¡Buen día pueblo salvadoreño!” exclama Ignacio Iturria con alegría, siempre con alegría. Oscar, Gustavo, “Jean Claude”, Blanquita, Bernabé y yo nos reímos.


Lista la tela de 1.60 x 1.60 mts. la coloca en el caballete y empieza a pintarla. A unos centímetros del borde, en la esquina de arriba, con una espátula ancha tira una franja marrón de óleo hacia abajo, otra hacia la derecha, otra vertical, y una más, abajo del todo. Un cuadrado adentro de un cuadrado, sin dudas ni vacilaciones. Aparecen las sombras negras de estas franjas. “¿Qué negro es?” le pregunto. Se sacude los hombros y me contesta, remedando un acento español y gesticulando: “¡negro es negro!”.


Entre tabaco y café comienza a untar la pintura, marrones, cremas, negros, y verde al fondo. Usa la pintura del tubo y luego mezcla el color sobre la tela. Brazo extendido, la espátula sube, baja, con firmeza, temblorosa o con ternura. Cambia de espátula a pincel una y otra vez. Desaparece Ignacio, y aparece con un tenedor de ensaladera: comienza a rayar la superficie del marrón. Aparecen estanterías en el cuadrado, ahora mueble sólido del tamaño de la tela, con pequeñas patas que lo sostienen.


Se aleja, se acerca, sentado, de pie. Añade cada vez mas detalles y figuras: una en un pedestal con sombra de lobo sonriente, dos retratos en blanco y negro de un hombre y una mujer, una botella con líquido verde: adentro flota una figura y hacia arriba sale otra con brazos extendidos y sombra de pato, un hombrecito se sienta frente a una vista del lago sobrevolado por un helicóptero, un “chucho” de juguete con cabecita de hombre en la cola, un soldadito de plomo, una tira de pastillas, una palmera con mono que trepa, una taza colgada que chorrea café.


Como siempre, es de madrugada cuando termina de trabajar, acompañado por Julio Iglesias, Iturria canta.

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