
Entre tabaco y café comienza a untar la pintura, marrones, cremas, negros, y verde al fondo. Usa la pintura del tubo y luego mezcla el color sobre la tela. Brazo extendido, la espátula sube, baja, con firmeza, temblorosa o con ternura. Cambia de espátula a pincel una y otra vez. Desaparece Ignacio, y aparece con un tenedor de ensaladera: comienza a rayar la superficie del marrón. Aparecen estanterías en el cuadrado, ahora mueble sólido del tamaño de la tela, con pequeñas patas que lo sostienen.
Se aleja, se acerca, sentado, de pie. Añade cada vez mas detalles y figuras: una en un pedestal con sombra de lobo sonriente, dos retratos en blanco y negro de un hombre y una mujer, una botella con líquido verde: adentro flota una figura y hacia arriba sale otra con brazos extendidos y sombra de pato, un hombrecito se sienta frente a una vista del lago sobrevolado por un helicóptero, un “chucho” de juguete con cabecita de hombre en la cola, un soldadito de plomo, una tira de pastillas, una palmera con mono que trepa, una taza colgada que chorrea café.
Como siempre, es de madrugada cuando termina de trabajar, acompañado por Julio Iglesias, Iturria canta.